Habla con tus hijos para estimular sus habilidades lingüísticas

Lo más importante es nuestra forma de pensar y de acercarnos a los niños. Tenemos que mantener una postura curiosa, interesada y sin prejuicios hacia los niños, de modo que transmitamos que estamos interesados en aprender, no en arreglar o juzgar.

Preguntar a los niños: “¿Por qué te peleas tanto con todo el mundo?”, “¿Qué te pasó?” o “¿Por qué te va tan mal en el colegio?” no son invitaciones a hablar. Los niños y adolescentes tienden a cerrarse cuando se les hacen preguntas que suenan como acusaciones. El lenguaje negativo se centra en un comportamiento indeseable en lugar de comprender el problema que subyace al comportamiento.

La curiosidad y el interés deben ir acompañados de la preocupación y la empatía. Mejor prueba con esto: “Parece que te cuesta más empezar a hacer los deberes, y antes no era así. Me preocupa que algo haya cambiado y me gustaría entenderlo un poco mejor”.

Otros ejemplos de buenas formas para iniciar la conversación son los siguientes: “Esta pandemia ha sido dura en muchos sentidos y todo el mundo la ha vivido de forma diferente. Parece que no te estás comportando completamente como tú mismo, y yo estoy aquí para escucharte. Podemos superar todo esto juntos”.

MEDIDAS COVID FIN ESTADO ALARMA – Ayuntamiento de Ajofrin

También puedes ser directo: “Me preocupa que puedas estar pensando en hacerte daño. ¿Estarías dispuesto a hablar de ello y de lo que te preocupa?”.
Este tipo de preguntas invitan a un mayor diálogo y dan al niño o adolescente la oportunidad de abrirse.