Un científico mexicano desarrolla un guante electrónico que puede convertir el lenguaje de gestos del inglés estadounidense a palabras habladas o escritas, con la finalidad de ayudar a los sordos a que se comuniquen mejor con el resto del mundo.
El investigador José Hernández Rebollar, de la Universidad George Washington que cuenta con 8 doctorados y ha trabajado como profesor en el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica, realizó una demostración con su “AcceleGlove” para traducir los rápidos movimientos de las manos que es usado como alfabeto, y algunas de las palabras y frases del lenguaje por gestos.
Su invento no ha sido el único objeto experimental, los militares también exploran una tecnología similar a fin de ayudar silenciosamente a los soldados en combate. Pero Hernández Rebollar dice que su invento supera a los otros porque también puede traducir a palabras habladas y a simples oraciones algunas de los más complicados gestos con el brazo y el cuerpo de ese lenguaje.
El mexicano que actualmente cuenta con 52 años, y que generó este diseño cuando contaba con 34 años, llegó a Washington a través de una beca Fulbright. Su especialidad es la ingeniería electrónica, y el guante cubierto de sensores fue presentado como su tesis de doctorado.
Hernández Rebollar, que no es sordo, dijo que su invención fue motivada por su deseo de ayudar a otros a vivir la vida con plenitud.
“Deseo producir algo para que la gente sorda pueda usar en su vida diaria”, indicó.
El AcceleGlove es una computadora que se puede conectar con un diminuto circuito electrónico. Los sensores del guante funcionan con un minicontrolador adherido al brazo de la persona, enviando señales sobre el movimiento del brazo y de los dedos. Esa información es transformada en información que puede ser leída por cualquier computadora y convertida en palabras emitidas a través de un parlante o leídas en una pantalla de computadora.
Corinne K. Vinopol, directora del laboratorio comercial donde Hernández Rebollar realiza su trabajo, expresó gran interés en el trabajo para usarlo para traducir el Lenguaje de Gestos Estadounidense al español y viceversa porque podría ser de gran ayuda a las familias inmigrantes hispanos.
“Los niños sordos que van a la escuela y aprenden inglés y el lenguaje de gestos”, destacó. “Cuando van a su casa y los padres siguen hablando en español, gradualmente pierden la posibilidad de comunicarse”.
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